Aunque fue publicada en agosto de 2023, la Ley N° 21.595 sigue teniendo una vigencia estratégica clave para empresas, directivos y profesionales en Chile. No se trata solo de una normativa más: esta ley marca un antes y un después en el régimen penal económico, y su impacto recién comienza a manifestarse en plenitud.
✅ ¿Qué hace tan relevante esta ley?
- Redefine los delitos económicos, creando un sistema de clasificación en cuatro categorías que abarca desde infracciones al mercado financiero hasta delitos tributarios y medioambientales. Esta categorización determina el tipo de sanciones, agravantes y penas aplicables.
- Eleva el estándar penal, especialmente para personas naturales en roles jerárquicos. Se introducen agravantes muy calificadas para altos directivos, penas obligatorias de multa y inhabilitaciones automáticas para ejercer cargos públicos o gerenciales, y para contratar con el Estado.
- Amplía la responsabilidad penal de las personas jurídicas: ahora todas las empresas pueden ser penalmente responsables por delitos económicos si no cuentan con un Modelo de Prevención de Delitos (MPD) adecuado y eficaz.
- El comiso de ganancias ya no depende exclusivamente de una condena penal. En ciertos casos, basta un sobreseimiento para que el Estado pueda decomisar beneficios obtenidos ilícitamente.
🚨 ¿Qué implica esto para las empresas en 2025?
- Tener un MPD actualizado no es una opción, es una necesidad. La ley no solo penaliza la conducta ilícita, sino también la falta de diligencia en prevenirla.
- Las micro y pequeñas empresas están excluidas de ciertas sanciones, pero si pertenecen a un grupo empresarial mayor, esta exclusión se pierde. Esto exige una evaluación precisa de su estructura societaria.
- Las consecuencias reputacionales y operativas son significativas: perder la posibilidad de contratar con el Estado puede ser más costoso que una multa.
🛡️ Recomendación clave
Toda organización —grande, mediana o parte de un holding— debe auditar y robustecer sus sistemas de compliance y gobierno corporativo. Asegurar una gestión ética y transparente ya no es solo una cuestión de imagen: es una exigencia legal.
Claudio Alarcón Arriagada
Gerente General de Consultora Legal
Abogado | Contador Auditor | Ingeniero en Información y Control de Gestión | Magíster en Gestión y Planificación Tributaria
